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más madera

  • SITUACIÓN: A fontenla, Barro, Galicia

  • CLIENTE: Pomasa

  • TIPOLOGÍA: Industria

  • ESTADO: Concluido

 
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En un principio había un bosque en el declive de un pequeño monte, cuando no estaba allí nadie.

Una pequeña empresa dedicada a la transformación de madera decide asentarse en el lugar. De forma intuitiva y con pocos recursos deciden edificar una nave industrial liviana, de estructura metálica sencilla y cubierta a dos aguas, cordial con el paisaje.

Con el transcurso del tiempo, la empresa carpintera fue creciendo, y creciendo siempre longitudinalmente en el espacio, repitiendo un modelo similar al de la nave primigenia, como si de un patrón se tratase. Por lo que hubo entonces un bosque y unas sencillas naves blancas donde se procesaba madera.

La atmósfera de la empresa carpintera cambió radicalmente a partir de la inserción alrededor de si, del trazado de un nuevo polígono industrial.

Tradicionalmente, se asocia el término industria a espacios pesados, inertes, exclusivos para el trabajo de maquinaria y la transformación de las materias primas. Y esto fue lo que sucedió; lo primero en desaparecer fueron los árboles, después repartieron los nuevos lotes de parcelas y en estos espacios fueron apareciendo una detrás de otra nuevas empresas, con sus correspondientes naves; una repetición de cajas prefabricadas de hormigón de esquema similar.

Aquí el panorama en el que se encontraba la empresa carpintera, en el cual decide construir un nuevo espacio donde acercar sus productos al consumidor final.

Ante la repetición a su alrededor, se decide mantener el lenguaje propio de la carpintería, la repetición de su patrón. Dentro del nuevo entorno del transformado declive del monte, la empresa se presenta diferente a las demás.

Se establecen zonas verdes con árboles, para valorar así la materia prima que se transforma en el interior, además de resultar espacios de respiro tanto para los trabajadores de la empresa como para los clientes que allí acuden.

Para la nueva nave se optó por un sistema porticado metálico, en el interior aparece así un gran espacio diáfano pintado por completo en blanco, con entradas de luz continua en su fachada norte, que lo hacen un espacio luminoso y amplio.

En su exterior se decidió contar el proceso industrial que se realiza en la empresa, que produce paneles para puertas, cocinas, encimeras, mobiliario, diseño de interiores… Por lo que se escogió unos paneles producidos por ellos de un tono grisáceo oscuro, que contrastase con las antiguas naves blancas.

Una vez dibujado el despiece, todos y cada uno de los paneles fueron preparados y colocados por el equipo de la empresa. Nos gusta mucho pensar que ese panelado fue un pequeño gesto industrial ligero, que representa el conjunto del trabajo de cada una de las personas de la carpintería.

Para darle a la nave un aspecto monolítico, la cubierta lleva exactamente el mismo tono que los paneles, lo que le da un aspecto a veces de pieza de menor tamaño, casi de una pieza de mobiliario, que se quiso potenciar dándole a los portales peatonales y de camiones el mismo tratamiento.

En la fachada larga, la norte, se mantiene un ritmo constante de aperturas que continúan los lucernarios en la cubierta, sin embargo, en la fachada principal, la corta, se rompe el ritmo en previsión de futuras oficinas en el interior, y llamar también la atención de los consumidores.

Ante la destrucción del paisaje, pongamos en valor la transformación de él en espacios en los que pueda coexistir la industria, el trabajo, el medioambiente y las personas.